jueves, 3 de septiembre de 2009

El monopolio de los grandes



Tras las tres primeras jornadas de Liga, está claro que el monopolio de los llamados equipos grandes por excelencia, es decir, Fc. Barcelona y Real Madrid, es indiscutible. Tres victorias en tres partidos (en este momento el Real Madrid vence 1-0 al Jerez al descanso y no parece que se vislumbre una remontada), con goleadas y con paso firme en la competición. El Barça, sustentado por Xavi y Messi, con el lento adaptamiento de los nuevos fichajes pero con el estilo de fútbol que le llevó a ganar los tres títulos de la temporada pasada y dos más con las Supercopas. El Madrid con un equipo galáctico hecho a base de estrellas de talonario, donde Kaka parece el fichaje más rentable pero con un CR9 que a medida que pasan las jornadas va cogiendo relevancia, un Benzema desapercibido, un Xabi Alonso necesario en este equipo, un Granero, suplente de lujo, un Albiol de progresión desconocida pero, a priori, de futuro kaiser de la defensa merengue y los eternos de la Vieja Guardia.

Mientras que la Premier League o el Calcio han derivado del monopolio de sus clubs emblemáticos (Manchester United-Liverpool; Milán-Juventus) a la presencia de más candidatos al título (Chelsea, Arsenal, Manchester City... ; Inter de Milán, Roma....) está bastante claro que en la Liga española no hay ningún equipo que pueda competir al nivel de cules y merengues. Desde el 2004 no hay otro campeón de Liga que no sea de la capital de España o de la Ciudad Condal. El Valencia fue el último equipo en meterse en el juego de los eternos rivales y alzarse con la victoria. No veo ni al Valencia actual, ni al Sevilla, ni al Villareal, ni por supuesto al Atlético de Madrid (siempre la misma historia, de un equipo para asustar acaba siendo un equipo para pasar miedo) grandes equipos, pero un nivel por debajo de los dos grandes. Puede ser que la Liga acabe pareciendo un combate de boxeo entre dos púgiles, y cada temporada un nuevo asalto, con nuevos fichajes, con nuevas inversiones, siempre intentando golpear al adversario, aturdiendole pero sin noquearle, sin dejarle K.O, pues las victorias de uno se hacen más grandes con las derrotas del otro. Y uno depende el otro. Pues sin su rival las victorias no se celebrarían tanto y las derrotas no serían tan amargas.

Pero mirando bien la situación una Liga es de calidad cuando en su competición juegan equipos de renombre, con varios candidatos al título, con la incertidumbre de quien puede ser el campeón, con grandes aspirantes a la Copa de la Liga y también con jueces que decidan el vencedor. Y no un competición de dos equipos, donde los demás son meras comparsas y acaban pensado que ellos juegan otra Liga diferente a la de los de allá arriba. Porque entonces hagamos dos Ligas: la de Barça y Madrid, y la del resto. Donde están ese Valencia, Deportivo, Sevilla, Villareal, Atlético de Madrid o ese equipo sorpresa capaces de romper el monopolio de los grandes.

Porque cuantos más equipos aspiren al triunfo, mejor será nuestra Liga.